Mientras Cristian Álvaro preparaba los aparatos electrónicos
para empezar el doblaje de la película “El poeta”, aproveché para obsequiarle
un ejemplar del libro Anécdotas y curiosidades de César Vallejo a mi amigo y
reconocido actor peruano Nerit Olaya. Y, al mismo tiempo, iniciamos un
palpitante diálogo sobre el poeta nacido en Santiago de Chuco.
Interesante es saber que Nerit descubrió de manera curiosa a
Vallejo: cuando era un estudiante de primaria, en su querida Sullana, visitó el
local de una importante institución, y de una biblioteca sustrajo, sin elegir,
un libro cualquiera, y que al llegar a su casa se dio cuenta que era nada menos
que una edición príncipe de Los heraldos negros. Leyendo los poemas de esta
obra primigenia empezó a admirar al genial poeta que en uno de sus versos decía
“Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!”. Luego, con el
apoyo de su padre, se convirtió en un recitador de los poemas vallejianos en su
recordado colegio.
Consultado si le gustaría llevar a Vallejo a las tablas, Nerit
subrayó que lo haría con mucho gusto porque le encantaría trascender aún más la
figura del poeta. Recordó en ese instante que en una oportunidad había dedicado
una obra al gran autor de Trilce y que llevaba por título “Traspié entre
dos estrellas”, pero que no recordaba exactamente el texto.
Curiosamente, mientras hojeaba el libro Homenaje Internacional a César Vallejo,
editado por Washington Delgado y Carlos Milla Batres (Lima, 1969), encontró
algunos datos escritos con lápiz de la obra en mención.
Empero, ¿qué significa Vallejo para Nerit? Después de leer unos
versos vallejianos de su predilección, enfatizó que Vallejo representa “la
cima de la poesía en el Perú y en todo el mundo”, y que no puede “concebir
la poesía sin César Vallejo”.
Nerit, sin duda, tiene un corazón vallejiano.