Durante este viernes 28 y sábado 29 de octubre del 2022, el
actor y narrador peruano egresado de la Escuela de Arte Dramático de Lima,
Nerit Olaya Guerrero, presentó el espectáculo teatral “La tregua”, junto a la
actriz de la compañía holguinera “Palabras al Viento”, Blanca Pérez, en la sala
“Albert Dávalos” del complejo cultural “Eddy Suñol”, como parte del Espacio Iberocuento
de la XXVIII Fiesta de la Cultura Iberoamericana
El trama gira en torno a Martín Santomé, un cincuentón viudo,
triste y solitario, próximo a la jubilación, que cuenta su rutinaria vida en
forma de un diario personal, en el cual se aprecia una difícil relación con sus
tres hijos ya adultos y una inesperada
relación amorosa con su joven subordinada Laura Avellaneda, quien sin
proponérselo le enseña una nueva forma de ser feliz, hasta que un trágico
acontecimiento convierte ese horizonte de liberación en una simple tregua en la
lucha cotidiana contra la soledad y el paso implacable del tiempo.
¿Por qué apuestas por imbricar narración y actuación,
comunicación y representación?
Porque no se trata de crear la ilusión, sino de estimular la
imaginación. Creo que estamos perdiendo el poder de la palabra y eso significa
la involución de la especie humana, la estupidización y embrutecimiento de la
sociedad, poque la palabra es la piedra angular del lenguaje y, por lo tanto,
de la inteligencia y la imaginación. Por eso es importante rescatarla y
nosotros tenemos esa enorme responsabilidad de estimular la imaginación.
Aparentemente los espectadores están pasivos ahí sentados, pero en realidad están
activos porque son ellos quienes crean sus propias imágenes. Solo empleamos una
mesa y dos sillas, pero nuestro público vio las copas, el apartamiento, la
cama, vio llover, hacer el amor, caminar por las calles. Cuando tú vas al cine
los hechos suceden, pero no tienes nada que imaginar porque lo tienes todo
delante de tus ojos. Cuando vienes acá la imaginación te remueve los resortes
internos, las emociones, los sentimientos y los pensamientos, enriqueciéndote
como ser humano y ejercitándote, además, de que pasas un buen rato porque el
arte tiene primero que divertir y entretener. Yo espero que al menos una
persona del público haya sido tocada con esta obra y se sienta diferente y
enriquecida a partir de ahora.
¿Cómo surge la colaboración con esta compañía holguinera?
Coincidí con la compañía “Palabras al Viento” en el año 2015 en
un evento en La Habana. Vi su trabajo y ellos el mío y nos dimos cuenta de que
teníamos intereses comunes. Recuerdo de que cuando terminaron me acerqué a
felicitarlos y a decirles por qué me parecá bien lo que hacían. Ellos habían
logrado articular un lenguaje y un código que eran perfectamente asimilados y
decodificados por el espectador y eso es arte a primer nivel y de alta factura
artística. Así se creo un vínculo y un proceso de enriquecimiento mutuo y estoy
muy feliz con el resultado que ha podido ver el público holguinero estos dos
días. Solo tengo palabras de agradecimiento.
Blanca Pérez, Blanquita…
Hice dos temporadas anteriores con otras actrices de mi país y
con la primera en proceso de preparación duró cinco meses, con la segunda
demoró cuatro y ahora con Blanca solo nos tardamos dos semanas. Si eso no es
talento no sé qué cosa puede ser. Además, si te pudiste dar cuenta tuvo que
hablar de otra manera y no me refiero solo a cambiar el acento, sino también la
sintaxis porque en esta adaptación yo he conservado las palabras del autor y
expresiones propias de su decir uruguayo. Aparte de dominar eso, tuvo que
ponerle sentimiento, emoción y trabajar un lenguaje frontal en el que casi todo
el tiempo mira al público y no a mí. Te repito que su talento es increíble y
creo que este espectáculo es necesario compartirlo en otros lugares de Cuba e
Hispanoamérica.
Para mí fue un reto grandísimo porque esta es mi primera obra de
teatro como tal y que tenía que desdoblar en tres personajes muy diferentes.
Además, es un texto de autor con un guion de 84 páginas y la puesta es para dos
actores que están en escena durante casi dos horas ininterrumpidas, pero fue
una experiencia excepcional trabajar con él. Recuerdo que cuando me enfrenté
por primera vez al guion fue difícil porque leerte solo la novela y la
propuesta escénica era complicado, pero que después que hicimos el primer
trabajo de mesa se creó una conexión mágica. Él es muy buen actor y narrador,
además de un estudioso ferviente de Benedetti, por lo que todo lo que aporta es
maravilloso
Acudo a Benedetti porque fue un hombre progresista que quiso
lograr un mundo mejor como muchos queremos y que a través de su obra nos sigue
diciendo cosas. Su poesía coloquial siempre tiene nivel social que eleva la
individualidad y cotidianidad a una categoría de arte universal. Por ello, el
amor sigue siendo la alternativa, la salvación y ahora estoy trabajando sus
novelas “Andamios” y “Gracias por el fuego”, a ver
que sale de ahí…
¿Qué impresión te llevas de Holguín?
Me siento muy feliz de estar aquí, de ver tanto talento y de
sentir que en el planeta Tierra uno de los puntos del arte y la cultura se
llama Cuba. La ciudad de Holguín me ha gustado mucho y me ha encantado que he
visto arte por todas partes, desde trovadores, pintores, bailarinas de
flamenco, la orquesta sinfónica. Un pueblo con tantas dificultades, pero que
hace arte es un pueblo que se mantiene vivo, que mantiene el alma viva y yo
creo que de eso se trata. Por eso he venido y estoy dispuesto a regresar
cuantas veces me lo pidan. Estas son las cosas que hacen que la vida valga la
pena. Mientras haya sueños e ilusiones la vida vale la pena
Entrevista realizada por Bernardo Cabrera
Publicada el 30 de octubre del 2022. en “LA
LUZ”, periódico de la cultura holguinera
Holguín - Cuba
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